Friday, February 9, 2007
Es tiempo de retirarme.
La temporada comenzó y decidí no volver a los entrenamientos. Creo que llegó el momento de colgar las botas, guradar el protector bucal, el protector de hombros y el casco. Ya tengo 35 años, pronto 36 y aunque mi desgaste físico no se compara con el de cualquier rugbista australiano, inglés o new zelandés que a los 33-34 se retira, al final de la pasada temporada estaba exhausto, demasiado agotado. A lo largo de los dieciocho juegos, que dura la ronda eliminatoria y sino llegas a las finales, como fue en mi caso, sentí que me costaba mucho más recuperarme. Estaba tan agotado que me tomé un largo descanso, aumente de peso, perdí condiciones y fue en enero que empecé a correr nuevamente. Me llamaron para el inicio de los entrenamientos pero no estaba siquiera 50% en condiciones físicas y mentalemnte no estaba preparado. Tenía y tengo muchas cosas en que pensar fuera del campo de rugby. Fue duro, lo pensé muchas veces, pero finalmente tomé la decisión de no volver. Y Rugby es un deporte que no se puede jugar al 50% ni física ni mentalmente. No se si sea una decisión definitiva, aunque el año que viene tendré 36.
Las ganas y la pasión por jugar no han desaparecido. Yo empecé, en el año 91, como centro, después me pasaron a wing, luego open flanker (mi posición favorita) y finalmente hooker. Fueron más de quince años de rugby, no se cuántos partidos y menos aún recuerdo el número de tries que anoté, creo que no muchos, pero son muchos los recuerdos y momentos inolvidables; Sierra Maestra, el peor campo de rugby que he visto y jugado en mi vida; el primer juego con la UCV, 56-0, el día del corte de cabello que desde entonces llevo; los terceros tiempos en la parroquia con la guarapas del Brujo; el equipo B y el primer título en campeonato nacional de segunda división; Karives y la derrota a la UCV; y los BUHOS, tres años de alegrías, mucho corazón, poco nivel pero gran disposición a aprender. Tampoco puedo olvidar el viaje a Medellín, todos juntos como un equipo; el torneo de Trinidad con los panas y el tour a Londres y Barcelona, un nuevo mundo para todos, con el mundial de mujeres incluído. Mi peor momento, tampoco lo ovido, mi lesión del hombro y mi salida forzada de la UCV, en mi opinión injusta, pero eso es historia pasada.
El año pasado terminó muy bien para mi y aunque no logré llgar con mi equipo a las finales del campeonato en mi división en el campeonato de Brisbane, puedo decir que estoy satisfecho, muy felíz y si mi carrera como jugador terminó allí me sentiría complacido. El último juego lideré a mi equipo (fue eligido capitán por ser el más viejo de los jugadores de mi equipo) a una victoria sobre un equipo de New Zealand que nos visitaba, fue un juego duro, apretado, llovía pero pudimos manejar el balón con seguridad y anotar repetidas veces para derrotar a los kiwis. Yo anoté un try, realmente me lo disfruté, fue desde un line-out, en sus 22, me dieron un pase y sólo tenía al wing en frente, y con un hand off problema resuelto, contué hasta los palos y alli me sambullí como en cualquier piscina, para dejar la pelota en pleno medio. Fue fantástico, para mi un momento soñado, jugar contra un equipo de NZ, lloviendo (en mi pais cuando llueve se suspenden los juegos), try en el medio, ser el capitán y ganar...Al final de la temporada fui reconocido como forward del año en mi división dentro de mi club. Definitivamente creo que no habrá un mejor final.
Ahora mi pasión por el rugby se concentra en mi carrera como entrenador de rugby, desde hace algún tiempo lo hago y me gusta mucho hacerlo, también me da gratísimas satisfacciones enseñar y desarrollar jugadores, compartir con ellos y disfrutar cada entrenamiento y juego. Yo espero que ellos también lo disfruten tanto como yo, eso para mi es lo más importante.
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Leonardo Mohamad
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