Thursday, February 15, 2007

Planificar para ganar



Una nueva temporada como coach comienza en las próximas semanas, pero desde hace como un mes empecé a planificar el nuevo año. Planificar puede ser muy aburrido, tedioso y para ser honesto yo en Venezuela nunca lo hice, no recuerdo haberlo hecho. Quizás llevaba mis ideas en la cabeza, pero ahora sé que eso no es suficiente. Hay que escribirlo todo si se quiere tener éxito, planificar me ayuda a tener una idea mas clara de cada entrenamiento, los errores y progresos de los jugadores y el equipo.


Lo primero que hice, hace unas semanas atrás, fue escribir en un papel que es lo que yo quiero lograr con mis jugadores y el equipo, por ejemplo este ano yo quiero que mi equipo sea mucho mas competitivo es decir que tenga un nivel técnico y habilidades suficientes para jugar buen rugby y establecer un estilo de juego que nos permita ganar convincentemente. Pero para lograr eso pensé en otros factores que directa o indirectamente podrían afectar el desempeño de los jugadores. Cuando digo mas competitivo, también incluyo a todo lo que pasa afuera de la cancha. Siempre he creído que uno debe vencer al oponente tanto dentro como fuera de la cancha, porque lo que pase afuera de ella es el reflejo de lo que pasa en el momento del juego. Pensar y hacer las cosas diferente a los demás es el punto de partida para vencer al equipo contrario.

En este sentido la temporada pasada fue un poco desastrosa, los jugadores llegaban tarde a los entrenamientos y juegos, algunos no aparecían, a uno de ellos olvido una vez los uniformes en casa. A veces tampoco comían antes de jugar o comían comida rápida antes del juego, justo antes de calendar o inmediatamente antes del juego.

Todo esto tiene que cambiar si quiero tener un equipo mas competitivo. Crear una cultura de equipo que incluya a padres, manager, entrenadores y jugadores fue el primer factor a considerar, eso implica crear y establecer normas de conducta o compartimiento, disciplina, puntualidad a las que todos tenemos que acogernos.



El segundo factor es que el rendimiento de los jugadores en la cancha depende de lo que comen, y eso no es un secreto, y en vista de lo que paso el ano pasado he estado buscando información sobre nutrición para jugadores de rugby que sea fácil de leer y entender para los padres de mis jugadores. La idea es tratar de mejorar un poco la calidad de alimento que mis jugadores consumen y en el momento que los comen para mejorar se rendimiento.

El tercer factor en el que pensé fue en la fortaleza mental de los jugadores, no se puede ganar si se piensa o se cree en lo contrario, el ano pasado tuve a un jugador que siempre que íbamos abajo en el marcado me decía que íbamos a perder y su lenguaje corporal y actitud era de un perdedor, (a pesar que faltaba tiempo suficiente para empatar y ganar). Afortunadamente no contagiaba a los demás con su negatividad pero eso podría pasar. Esto lo tengo que atacar y mejorar, no puedo tener perdedores en el team, mas aun cuando rugby es un deporte que es 80% mental. La fortaleza mental de un individuo o equipo refleja su lenguaje corporal, su actitud. Un psicólogo en el curso que asistí en New Zealand revelo que la “fortaleza” de los All Blacks es 85% mental.
Lo mas fácil seria sacar al jugador del equipo, pero esa no es la idea, si vuelve con la misma actitud hablaré con el, pero para mejorar esto tengo que crear mayor confianza (en ellos mismos) en mis jugadores, ellos tienen que estar seguros que lo que hacen es la mejor opción, si no lo es, pronto se corregirá y se hará mejor y para esto tengo motivarlos mas y reconocer mas las decisiones que toman y lo que hacen. Ser un entrenador con actitud siempre positiva a pesar del resultado o del desempeño individual o colectivo es muy importante en la formación de los jugadores.

El cuarto factor en el que pensé fue en las condiciones físicas (fitness) de los jugadores. Pero considerando la poca cantidad de tiempo que tenemos juntos para entrenar (una vez a la semana) no puede dedicar más de quince minutos exclusivamente al acondicionamiento físico, pero a la vez es vital si quiero que mis forwards jueguen el tipo de rugby que quiero jugar esta temporada, así que creo que mezclar en el calentamiento y después de estirar algunas actividades de velocidad, resistencia y fuerza podría funcionar. Voy a probar. Una tocata podría ser otra opción.



Y como último factor en que pensé fue en buscar ayuda externa (entrenadores de atletismo, referee, etc.), además de nuevas ideas que me ayudaran a mejorar, por ejemplo el estilo de correr y la velocidad de los jugadores o a conocer, entender y utilizar las reglas, durante los entrenamientos y juegos.

Después de escribir y tener una visión mas claras sobre estos factores que pueden afectar el rendimiento escribí todo lo que tiene que ver directamente con habilidades, destrezas y técnicas dentro de la cancha, como por ejemplo ataque, defensa, pases, apoyo, patadas, ruck, mauls, scrums, y line-outs. Ahora tengo una idea más precisa de como serán los entrenamientos.

Friday, February 9, 2007

Es tiempo de retirarme.



La temporada comenzó y decidí no volver a los entrenamientos. Creo que llegó el momento de colgar las botas, guradar el protector bucal, el protector de hombros y el casco. Ya tengo 35 años, pronto 36 y aunque mi desgaste físico no se compara con el de cualquier rugbista australiano, inglés o new zelandés que a los 33-34 se retira, al final de la pasada temporada estaba exhausto, demasiado agotado. A lo largo de los dieciocho juegos, que dura la ronda eliminatoria y sino llegas a las finales, como fue en mi caso, sentí que me costaba mucho más recuperarme. Estaba tan agotado que me tomé un largo descanso, aumente de peso, perdí condiciones y fue en enero que empecé a correr nuevamente. Me llamaron para el inicio de los entrenamientos pero no estaba siquiera 50% en condiciones físicas y mentalemnte no estaba preparado. Tenía y tengo muchas cosas en que pensar fuera del campo de rugby. Fue duro, lo pensé muchas veces, pero finalmente tomé la decisión de no volver. Y Rugby es un deporte que no se puede jugar al 50% ni física ni mentalmente. No se si sea una decisión definitiva, aunque el año que viene tendré 36.



Las ganas y la pasión por jugar no han desaparecido. Yo empecé, en el año 91, como centro, después me pasaron a wing, luego open flanker (mi posición favorita) y finalmente hooker. Fueron más de quince años de rugby, no se cuántos partidos y menos aún recuerdo el número de tries que anoté, creo que no muchos, pero son muchos los recuerdos y momentos inolvidables; Sierra Maestra, el peor campo de rugby que he visto y jugado en mi vida; el primer juego con la UCV, 56-0, el día del corte de cabello que desde entonces llevo; los terceros tiempos en la parroquia con la guarapas del Brujo; el equipo B y el primer título en campeonato nacional de segunda división; Karives y la derrota a la UCV; y los BUHOS, tres años de alegrías, mucho corazón, poco nivel pero gran disposición a aprender. Tampoco puedo olvidar el viaje a Medellín, todos juntos como un equipo; el torneo de Trinidad con los panas y el tour a Londres y Barcelona, un nuevo mundo para todos, con el mundial de mujeres incluído. Mi peor momento, tampoco lo ovido, mi lesión del hombro y mi salida forzada de la UCV, en mi opinión injusta, pero eso es historia pasada.



El año pasado terminó muy bien para mi y aunque no logré llgar con mi equipo a las finales del campeonato en mi división en el campeonato de Brisbane, puedo decir que estoy satisfecho, muy felíz y si mi carrera como jugador terminó allí me sentiría complacido. El último juego lideré a mi equipo (fue eligido capitán por ser el más viejo de los jugadores de mi equipo) a una victoria sobre un equipo de New Zealand que nos visitaba, fue un juego duro, apretado, llovía pero pudimos manejar el balón con seguridad y anotar repetidas veces para derrotar a los kiwis. Yo anoté un try, realmente me lo disfruté, fue desde un line-out, en sus 22, me dieron un pase y sólo tenía al wing en frente, y con un hand off problema resuelto, contué hasta los palos y alli me sambullí como en cualquier piscina, para dejar la pelota en pleno medio. Fue fantástico, para mi un momento soñado, jugar contra un equipo de NZ, lloviendo (en mi pais cuando llueve se suspenden los juegos), try en el medio, ser el capitán y ganar...Al final de la temporada fui reconocido como forward del año en mi división dentro de mi club. Definitivamente creo que no habrá un mejor final.



Ahora mi pasión por el rugby se concentra en mi carrera como entrenador de rugby, desde hace algún tiempo lo hago y me gusta mucho hacerlo, también me da gratísimas satisfacciones enseñar y desarrollar jugadores, compartir con ellos y disfrutar cada entrenamiento y juego. Yo espero que ellos también lo disfruten tanto como yo, eso para mi es lo más importante.

Thursday, February 8, 2007

Wellington...la capital del rugby


Estuve en Wellington, la capital de New Zealand, la casa de los Hurricanes y sede de la Federación de Rugby de ese país. Fuí a un curso de rugby práctico para entrenadores, en la Academia International de Rugby. La experiencia fue extraordinaria, lo mejor que he vivido como jugador, entrenador y seguidor de este deporte. Fue un curso intensivo de tres días; me enseñaron desde qué comer, cómo pensar, cómo tratar y manejar a los jugadores y finalmente la forma más efectiva de jugar. Preparación física, nutrición, concetración y preparación mental, ataque, defensa, line-out, maul, rauck, scrum, fueron alguno de los temas del curso. Aprendí muchísimas cosas nuevas, corregí algunos de mis errores y ahora tengo una percepción distinta del juego, los jugadores, sus fallas y como corregirlos. En New Zealand no se complican, son demasiados observadores y no andan con rodeos para hacer las cosas excelentemente.


Además tuve la oportunidad de ir a los Sevens de Wellington como parte del tour mundial que se juega cada año en varias ciudades del mundo. Fue un gran evento de rugby, Samoa le ganó a Fiji (equipo que yo apoyaba) la final, pero la eliminación de los locales no disminuyó los ánimos del público que incansablemente aplaudía y premiaba con ovación a todos los equipos vistantes que salían al campo. Indudablemente que la bulla era ensordecedora cuando aparecían los hombres de negro. Los wellingtonian son realmente apasionados por el rugby y como parte del show, en el estadio todo el mundo estaba disfrazado, pude ver disfraces de todo tipo, tamaño y colores. Fue una verdadera fiesta de rugby, como nunca he visto antes.

La ciudad es muy bonita, no muy grande, es fácil de recorrer caminado. Las personas que conoci fueron muy amables, amigables y siempre dispuestos a ayudarme, guiarme por la desconocida ciudad. Curiosamente todos sabian y conocian a Venezuela, por su petróleo, nuestras "Mis Universos" y algunos llegaban mas allá...el campo político. Pero ninguno había conocido a un venezolano antes.