En Venezuela tenemos una frase que dice “no hay quinto malo” pero esta temporada me ha demostrado que puede haber quinto, sexto, séptimo y ojala y no un octavo malo.
Mi equipo, el equipo de diecinueve anos que entreno no ha podido ganar un partido en los siete encuentros que ha disputado, lo mejor que hemos hecho es anotar trece puntos en un encuentro, el primero, y en los últimos hemos anotado en un par de ocasiones, pero tuvimos una sequía de tries durante tres encuentros. La indisciplina ha sido castigada con penaltis (afortunadamente no todos ellos convertidos en puntos), un par de tarjetas amarillas y una roja.
Que es lo que pasa? Siendo honesto, son varias las razones, y sin buscar justificar o exculparme, unas tienes que ver conmigo otras no, pero todas afectan.
Hablare de mi primero. El estar entrenando a un equipo de la ultima división, después de un par de buenos anos en el rugby infantil, me desmotivo un poco, y eso se refleja, sin duda alguna, en mi manera de hablar con los jugadores y de hacer las cosas. También por ser mi primer ano y no conocer a los jugadores, (nombre, apellido, posición en la que juegan y nivel) me ha perjudicado un poco. Pero últimamente, he asumido mas responsablemente, lo que dije al principio, que este es un ano de aprendizaje, y he dejado a un lado mi ambición de ganar, no es que me sienta derrotado, y me he motivado a mi mismo a rescatar esta temporada.
Ahora del club. Para ganar, el club, coaches, jugadores deben estar apuntando hacia el mismo objetivo. El sistema de rotación de jugadores, que aparentemente se usa en todos los clubs, en mi opinión, solo beneficia –Parcialmente- a los equipos y jugadores de los niveles superiores. Digo parcialmente porque le da una profundidad en la banca que es ficticia.
El sistema de rotación no es otra cosa que los equipos que están en las divisiones superiores solo tienen una plantilla de quince jugadores y la banca la constituyen los jugadores de las división inferior inmediata, lo cual afecta a los equipos de abajo. En mi caso debo suplir de jugadores al equipo de primera división, cuando el equipo Premier requiere completar su plantilla de quince, lo que significa que, debido a lesiones o cambios estratégicos, debo modificar el equipo cada semana, y adaptarlo a lo que me queda. En el último encuentro solo tuve doce jugadores disponibles.
Y finalmente los jugadores, creo que el grupo que tengo, carece del deseo de ganar y curiosamente, mi grupo no es la excepción, por que los otros dos equipos de U19, aunque tienen mejor temporada han perdido muchos juegos. Es la edad? Algunos lo afirman, pero no debe ser usado como justificación.
Los jugadores parecen mas interesados en salir los viernes en la noche, tomarse unas birras y buscar mujeres. No digo que no lo hagan, pero debe haber un balance, lo podrían hacer el jueves y sábado por la noche en lugar de los viernes. Pero por alguna razón no lo entienden.
Estoy completamente de acuerdo con la teoría (que no se de quien es) que para lograr las metas (en este caso ganar) hacen falta las cuatro D: Disciplina, Dedicación, Deseo y Determinación, sin una de ellas no será posible alcanzar el objetivo y en particular carecemos de todas ellas. Es esto culpa del coach? Como todo deporte el rugby no escapa a la injusta realidad de toda derrota es el culpa del coach y toda victoria es un logro del equipo. Y en mi situación, no creo poder escapar de la justicia ordinaria.
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