Día cero
El día cero fue en mi casa, hice una presentación de “la idea” en power point, la cual mostré a tres representantes que en un inicio serian la gerente del proyecto y los encargados de finanzas y de comunicaciones con los representantes (o padres / madres) de los jugadores.
Yo no quería tener contacto directo con los representantes, en anos anteriores me ha traído ciertas incomodidades y malentendidos, así que prefería que otra persona sirviera de intermediario entre ellos y los entrenadores.
Explique con detalles todo lo relacionado a los entrenamientos, el viaje, costos (incluido algunos errores, que después fueron corregidos) y el numero y nombre de los jugadores que fueron seleccionados.
Les gustó la idea, y afortunadamente el costo estaba por debajo de lo que ellos habían pensado, así que dieron la aprobación al programa y días después se enviaron por email todas las invitaciones. Todos aquellos que respondieron positivamente fueron convocados a una reunión, eso fue a principios de septiembre.
Día uno
El día uno fue en el salón de reuniones del club de rugby Albany Creek. Este fue primer contacto con todos aquellos que estaban interesados, sea por curiosidad o porque realmente querían formar parte del programa de desarrollo. Fue una reunión de 60 minutos, empecé dando las gracias por atender la invitación y continué (un poco nervioso) mostrando en power point todo lo que había pensado y planificado: calendario de entrenamiento, gira, juegos, costo, numero de jugadores y todo lo necesario para hacerlo posible.
Terminó la primera reunión con un montón de preguntas. Pero antes de marcharnos a casa hice énfasis en la necesidad de formar un equipo de trabajo y de la participación de todos.
Día tres, cuatro cinco…
La primera convocatoria tuvo éxito, la mayoría acepto la convocatoria y firmaron un documento de compromiso, pero este realmente se concreto cuando cancelaron la primera cuota del monto total del programa (AUD$5000). En las semanas siguientes se hicieron otras reuniones, pero la mas importante de todas fue la segunda, cuando voluntariamente se formo la Junta Directiva. Hubo algunos cambios a medida que las semanas pasaban, algunos no pudieron continuar y nuevos miembros se integraron.
Esta Junta Directiva, legalizo el proyecto, registro al equipo como una asociación sin fines de lucro, esto ayudaría a la larga a conseguir patrocinantes y apoyo del gobierno.
Ellos se reunieron todos los lunes, hasta, el último, antes del viaje. Yo asistí y participe con voz y voto en muchas de esas reuniones, aunque yo no formaba parte de esta junta Directiva, porque mis funciones estaban limitadas exclusivamente a los jugadores y no queria que estan estuvieran ligadas a la parte “administrativa” del programa. Creo que hubiese sido demasiada responsabilidad para mi.
En el pasado lo hice todo, pero esas experiencia me enseñaron a que debo establecer límites en lo que hago, dejar que otros hagan su parte y permitirme ser parte de un equipo de trabajo, además de confiar en lo que los demás son capaces de hacer.
Parte de esta legalización fue definir el nombre: Barbarians Down Under, logo y colores (rojo , blanco y negro) del equipo (los cuales fueron cambiados tiempo después por amarillo, verde y vino tinto). Todas las decisiones fueron tomadas por votación de la mayoría y estas fueron asentadas en minutas, las cuales eran llevadas semana a semana, hasta el final.
Además organizaron comisiones que ayudaban con las actividades de pro fondos, haciendo contacto con los posibles patrocinantes y enviando cartas a los distintas organizaciones gubernamentales solicitando ayuda financiera. Esto lo hicieron durante todos los meses, casi semanalmente y lograron con todo lo recolectado reducir en casi 20% el costo por jugador. Tremendo logro para solo seis meses de trabajo.
Sin el apoyo y el arduo trabajo de todos ellos no hubiése podido realizar este proyecto, un millón gracias por eso.