Que difícil es convencer a un chamo (asi le decimos informalmente al niño o muchaho en Venezuela) australiano que patee la pelota en juego abierto.
Australia se caracteriza por jugar con la pelota en mano, avanzar con velocidad y raramente, muy pocas veces patear el oval, en general corren con el balón. Quizás la influencia, muy marcada, del rugby league (modalidad del rugby union, muy popular en Australia) en este país del Pacífico hace un poco más difícil la inclusión del juego aéreo dentro del plan de juego.
Un ejemplo de esto es que todavía Robbie Dean, el coach de la selección nacional de mayores de Australia, es criticado por su insistencia en el juego de patadas y poco correr con el balón en mano, durante el pasado mundial. Actuación que le podría costar su puesto, en un futuro no muy lejano.
A mi me cuesta todavía convencer a mis jugadores de hacerlo. Yo incluí las patadas, no solo defensivas o para el cobro de penales, en mi estrategia de ataque en el juego abierto de esta temporada, conversamos sobre el plan y estuvieron de acuerdo, luego las practicamos una y otra vez durante las sesiones y todavía dificilmente patean durante juegos. Prefieren correr con el balón.
Yo no me doy por vencido, insistiré, las patadas son una habilidad básica y por lo tanto debe ser usada, no abusar de ellas es recomendable para evitar un juego aburrido y de poca accion, pero usarlas adecuadamente son una parte importante del plan de juego para ganar territorio, avanzar, poner presión en el oponente y anotar puntos.
Me atrevería a decir que la patada es una de las carencias del rugby Australiano que los ha alejado de la copa Web Ellis.
Lo que haré será establecer como objetivo individual, un número de patadas buenas que los jugadores deben realizar durante los partidos. Hasta conseguir que el jugador ejecute de manera natural (sin forzarlo a hacerlo) la patada al espacio, durante nuestro ataque.
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