Voy a hacer una pausa al Tour.
El pasado miércoles tuve un día dificil. Así digo yo cuando he tenido un entrenamiento o juego que ha sido difícil y el resultado no es el esperado.
Me tocó decirle a mis jugadores quién estaba en el equipo a y quien en el B. Dura experiencia. Esa noche no pude dormir pensando en aquellos que se decepcionaron, molestaron, entristecieron.
El domingo anterior jugamos un juego interno donde se determina la división donde el jugador participrará durante la temporada. Un panel de tres miembros observaron durnate treinta minutos el desempeño de los atletas. Suficiente o no, de acuerdo o no, así funciona.
En una reunión a puerta cerradas donde solo participa el panel y el coach, se revisan cada una de las posiciones y las habilidades y destrezas de los distintos jugadores que pueden ocuparlas, luego se procedía a votar. El jugador con más puntos era colocado en el equipo A y con menos al equipo B. Indudablemente democrático, pero mi voto, por ser solo uno contra un panel de tres tenía poco peso. Asi que una decisión del panel podría ser contraria a lo que yo quería. En pocas palabras mi opinión era importante pero no determinante.
La decisión más difícil fue la del hooker, debo confesar que yo tampoco estaba muy claro cual era la mejor opción e irresponsablemnte le dejé al panel la decisión final. Tenemos dos en el equipo, uno es un jugador con mucha movilidad, apoyo y agresividad en el breakdown, el otro un poco mas lento pero con mejor efectividad en los line outs, experiencia y liderazgo en el scrum. Al segundo no lo he visto mucho jugar, el primero estuvo conmigo en Paris; decisión final, el segundo al equipo A y el priemro al equipo B. Incorrecta? Habrá que esperar.
Al comienzo del entrenamiento, junto al gerente de equipo fui llamando uno a uno, les mencionaba todos los elementos positivos que resaltaron durante el juego y contribuyeran a su selección en el equipo A, y en el caso de haber quedado en el equipo B igualmente les decía todo lo positivo primero y que necesitaban mejorar para subir al A. Como es natural, hay quien estuvo en desacuerdo, se molestó y me lo hizo saber, y nuevamente intente explicar los motivos. La idea es mantener la motivación en el grupo.
Hoy es Sábado y todavía recibo llamadas y correos electrónicos pidiendo explicación. Yo contesto cada uno de ellos y en algunos casos hago una llamada telefónica.
Es muy difícil explicarle a un papá o a una mamá porque su hijo no está en el equipo de arriba, porque todos sienten y creen que su hijo es el mejor, y en algunos casos, por alguna razón, sea mental, física o de habilidades hay alguien mejor, o que se puede adaptar más fácil al estilo de juego.
Que duro es ser el coach cuando hay que seleccionar y al final decir que no a un grupo de jugadores que han hecho su mejor esfuerzo y están emocionados esperando el día de llegar al equipo A. Es es una experiencia dura, dificil, heartbreaking (rompe corazones en español) pero asi es la vida, diariamente estamos en un proceso de escoger, seleccionar, A o B, 1 o 2, blanco o negro. A veces es fácil otras veces no lo es. Acertada o no sólo el tiempo lo dirá, pero siempre hay un margen al error. Nunca hay decisiones completamente correctas o perfectas, en alguna parte nos equivocamos. Somos humanos.
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