La victoria de mi equipo en el pasado campeonato es un logro que dos semanas después todavía disfruto y creo que lo haré por mucho más tiempo. Igual que en 1996, cuando el equipo B de la UCV, el cual también dirigía, ganó invicto el campeonato nacional de segunda división de Venezuela.
A quien no le gusta ganar? Creo que a todos. Pero la diferencia está en el cómo.
Particularmente a mi me gusta ganar de tal forma que no quede ninguna duda, que no se diga que fue por el árbitro, o suerte o la brisa que ayudó, porque los que pierden siempre buscan una excusa. No me gustan las pequeñas diferencias en el marcador y mucho menos en las victorias de ultimo minuto.
Ambas victorias son muy similares, fueron muy convincentes, y no quedó la menor duda del nivel y superioridad de mi equipo sobre los contrarios. Y a pesar de lo distante en el tiempo, ahora que lo que pienso bien, con los dos equipos hice prácticamente lo mismo: el primer día le dije a los jugadores cuál era el objetivo. Era un objetivo claro y realista: GANAR y demostrar que como jugadores son excelentes y como equipo el mejor.
Yo no tengo una formula para ganar, simplemente pensé, planifiqué, y probé y siempre le dije a los jugadores lo que yo pensaba y siempre estuve abierto al diálogo a a las ideas y a las críticas constructivas. Al iniciar cada entrenamiento nos reuníamos y les decía a todos en que consistía el entrenamiento, les explicaba el porque lo hacíamos y lo que necesitábamos corregir para jugar el tipo de rugby que yo quería que ellos jugaran: simple y apegados a lo básico. Y al final también nos reuníamos y hablábamos lo que habíamos hecho, les hacía preguntas sobre los ejercicios y eso me ayudaba a comprobar que habían entendido, sino contestaban como esperaba sabía que al principio del próximo entrenamiento teníamos que volver a trabajar en ello.
Desde hace tiempo uso una pizarra de marcadores para mostrarle gráficamente lo que les explico y quiero que entiendan, eso me a ayudado mucho, no sólo con este equipo el feedback de los jugadores ha sido siempre muy positivo con la utilización de la pizarra. Un entrenador me dijo una vez que los jugadores aprendían 60% visualmente y por eso habia que “demostrarles” lo que se explicaba y 40% por repetición.
Debo admitir que ellos también fueron muy pacientes con mi inglés, no porque sea muy malo, sino por el acento extranjero y mi pronunciación en algunos casos difería del acento local, quizás en otro lugar y otra circunstancia pudo haber sido motivo de bromas. Ellos fueron muy respetuosos y yo también con ellos. Como jugador aprendí que no se deben grita los errores de un jugador delante de todo el mundo. Por ello como coach no lo hago y tampoco permito que los jugadores se critiquen entre ellos. Los errores se hablan y se corrigen en el entrenamiento. En los juegos si quieres ganar hay que ser 100% positivo, si se reclama un error a un jugador, en la mayoría de los casos se sentirá presionado y lo seguirá cometiendo.
Por ello hay que sólo decirles lo bien que lo están haciendo y en el entretiempo ser puntual, y sin caer en las críticas y en los señalamientos hacia jugadores por errores cometidos es mucho mejor sólo mencionar lo que se necesita hacer para ganar. Por ejemplo hubo un juego donde fuimos ineficientes limpiando el balón en el primer tiempo en el descanso les dije que para anotar mas tries y ganar el juego teníamos que recuperar los balones más rápidos, que se acordarán que no sólo los forwards limpiaban balones, que debía hacerlo quien estuviera más cerca de la zona del tackle y que necesitábamos entrar más bajos en el ruck. Mejoró mucho en la segunda parte.
Definitivamente la comunicación con los jugadores y todas las personas involucradas en el equipo fue vital; el que todos supieran cual era mi objetivo y que teníamos que hacer para lograrlo fue muy importante para que todos apuntáramos hacia el mismo punto y trabajáramos unidos para lograrlo.
También hice un plan de trabajo, y otro para cada entrenamiento, en los cuales todos trabajamos duro durante seis semanas orientados a ganar el campeonato, El que no nos anotaran puntos en contra en todo el torneo no estaba en mis planes, fue un bono.
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