Los Wallabies salieron a jugar rugby ante más de 78.000 espectadores, con un plan distinto al de la semana anterior ante Sur África, y desde el pitazo incial y al mejor estilo de Nueva Zelanda, patearon pateadas al espacio, mantuvieron una presion sin tregua sobre los hombres de negro, y en un abrir y cerrar de ojos la pizarra del ANZ Stadium en Sydney mostraba 10-0 a favor de los de casa. Los visitantes se mostraron desordenados, impacientes y carentes de liderazgo. Apenas habían transcurrido ocho minutos de juego cuando un jugador negro recibió una tarjeta amarilla por tackle alto sobre Gitteua, el número 10 australiano. A los All Blacks les llevó diez minutos cruzar la línea de mitad de cancha, y la primera vez que lo hicieron fueron uno pocos pasos antes de ser retrocedidos nuevamente por la defensa dorada.
Los hombres de Robbie Dean mantuvieron el orden, la compostura y la disciplina para vencer a un equipo de Nueva Zelanda que lucío sorprendido, desconcertado, repetitivo y carente de ideas, solo un par de jugadas individuales de Carter dieron brillo, por momentos, a un equipo que no se encontró nunca en la cancha. Los errores en el manejo del balón fueron excesivos por parte de los hombres de Grahan Henry, el No.8 Sione Lauaki entró como sustituto en la segunda mitad y cometió no menos de cinco errores, lo cual cortó el momentum del ataque negro y cualquier posibilidad de anotar. El control en el area del breakdown, que caracteriza a los hombres de negro, fueron de dominio Wallabie ante la ausencia de Richie McCaw, el capitán kiwi, y el excelente desempeño de George Smith y Rocky Elsom. El scrum y en el lienout no mostraron ningun dominio absoluto de alguno de los dos equipos, en el scrum la presión existió de ambos lados, dando buenos dividendos al equipo defensor.
Esta victoria 34-19 es la victoria con el mayor margen de puntos anotados por los Wallabies sobre los All Blacks. En una oportunidad anterior (2000) los locales perdieron 39-35 en el mismo escenario. y es la quinta victoria consecutiva de Dean a cargo de los Wallabies, un record que desde hace algun tiempo Australia no conseguía y les permite soñar con ganar la Bledisloe Cup, la cual mantienen los All Balcks desde 2002 y ganar el Tres Naciones lo cual no logran desde el 2001. Por su parte Nueva Zelanda, que está de último en la tabla de posiciones, con dos derrotas, detrás de Australia y Suráfrica necesita ganar el juego del próximo Sábado en Auckland para mantener vivas su esperanza de ganar ambas competencias.
Lo cierto es que Dean ganó el primer round ante Nueva Zelanda, y quedan tres y aunque el mismo dijo que no es nada personal, su principal objetivo es ganar la Bledisloe Cup y el trofeo del Naciones ambos en la vitrina del Nueva Zelanda Rugby Union, los mismos que no quisieron contratarlo como coach de los All Blacks meses atrás. Fue una decisión acertada? El tiempo, no muy lejano, lo dirá,
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