Hemos ganado cinco juegos consecutivos, afortunadamente no hemos perdido en este campeonato, (mejor no hablo muy duro) y cuando sólo nos quedan dos partidos por jugar ya hemos asegurado la clasificación a las semi finales, pero a pesar de los buenos resultados me preocupa la actitud de algunos jugadores.
Es como si nada les importara, callan, escuchan no responden, no participan, se aislan a veces pareciera que sabotearan lo que intentamos hacer en la cancha. Lo más fácil es sentarlos, apartarlos del grupo, ignorarlos por completo, pero no parece tán fácil cuando estos jugadores son líderes del grupo y que tienen una buen parte de seguidores, hacerlo sería una bomba de tiempo, que podría explotar en mis manos cuando ya estamos en las finales.
Mi estrategia será todo lo contrario, los tomaré más en cuenta, creo que quieren atención, se las daré, es más les daré más responsabilidades dentro y fuera de la cancha. Espero me de resultados.
En el último partido ante Brothers, empezamos jugando excelente, ganábamos 17-0 cuando Brothers anotó y redujo la ventaja a doce tantos y desde entonces el equipo se apagó como si le pasaran un switch. La defensa, desde ese momento, fue un desastre, no prarábamos a nadie y Brothers casi nos gana.
El equipo estaba cabisbajo, sin aliento ni voz que levantara el animo, abstraccion total, nada que ver con lo que habíamos planeado, creo que esta es una de las peores actitudes asumidas por un equipo de los que he entrenado.
Un scrum cerca de la línea de try de Brothers a menos de un minuto del final, fue nuestra salvación, anotamos, convertimos y ganamos 40-34. La victoria trajo algunas reacciones de alegría, emoci´øn, como si volvieran a la vida, pero algo todavía no estaba bien.
Después del final del encuentro estiramos y caminos al camerino, donde conversamos, afortunadamente mas voces se unieron a la conversa y aunque se inclinaron por aspectos técnicos como falta de tackle, pobre comunicación e incluso el mal arbitraje, al final concluímos que la principal razón de nuestra debacle anímica fue la actitud, fuimos irresponsable y punto.
No asumimos con responsabilidad lo que estábamos haciendo y debíamos hacer, siemplemente nos relajamos, nos confiamos en exceso y como cualquier estudiante que deja todo hasta el último momento, esperamos hasta el final para hacer lo que estaba expectado.
Sólo espero que lo que pasó el domingo los despierte, les abra los ojos y los saque de esa modorra en la que se sumergieron el domingo. Tenemos un equipo para ganar este campeonato, sin excusas, ni justificaciones, tenemos el talento y las habilidades para ganar pero hay que retomar la responsabilidad que cada uno tiene dentro del equipo para hacerlo nuevamente bien
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