Thursday, May 27, 2010

Arrogancia?

Llegamos a Paris con pretensiones y con un único objetivo en mente: Ganar el torneo de Disney. No había cabida a derrotas y fracasos, ni siquiera en nuestra imaginación. Nunca les deje de decir a mis jugadores que eran los mejores sobre la cancha. Arrogancia? Quizás, un poco nunca esta mal.

Jugamos dos encuentros antes del torneo ante equipos franceses, los cuales sin menospreciar el nivel de los locales, sirvieron de calentamiento. En Francia el rugby infantil se rige por unas reglas un poco distintas a las australianas, lo cual marco una gran diferencia en nuestro estilo de juego. Afortunadamente pudimos hacer unas modificaciones y adaptar nuestro juego unas semanas antes del primer encuentro ante AS Lagny.

Las reglas francesas para jugadores de 15 anos son las mismas o muy equivalentes a las utilizadas en Australia en las categoría de 10-12 anos. Por ejemplo se juega doce por lado, la cancha es mas corta, no se empuja en el scrum y no es permitido levantar o ayudar al saltador en el line-out. Tres anos no parecen mucho, pero técnicamente hablando son una enorme diferencia y una muestra de ello son los resultados.

El primer partido fue un poco lento al principio, creo que fue poco la adaptación a las reglas francesas, mis jugadores estaban un poco perdido en la primera mitad, pero ganamos 67-15 y en el segundo encuentro, ya un poco mas acostumbrados, la diferencia fue mas evidente 94-0 ante Val d’ Europe.

Yo esperaba conseguir un mejor nivel de parte de los franceses, lo cual me sorprendió un poco, pero jamás permití confiarme y dar por garantizado nuestro triunfo en el torneo de Disney, el cual se jugaría con las reglas inglesas, las mismas que las que usamos aquí. Todo lo contrario temía que los jugadores se sintieran por demás sobrados, con demasiada confianza y no dieran lo mejor de si en los partidos del campeonato.

Llegamos al hotel de Disney, el mismo donde se hospedaban todos los equipos. Después de dejar las maletas en las cabañas, nos cambiamos y caminamos los dos kilómetros hasta la piscina, y de regreso nos topamos con los equipos ingleses que participarían en el torneo, hubo intercambio de palabras y preguntas de lado y lado.

Ver el comportamiento de ambos en ese momento de “enfrentamineto” y lo que ocurriría después entre ambos grupos fue bien interesante. Nuestro primer intercambio fue solo con un grupo, no menos numeroso, pero si mas pequeños y “las amenazas” de victoria y bromas los apabullaron y los hicieron retornar a sus cabañas rápidamente. Seguimos caminando, bromeando un poco y especulando sobre lo que enfrentaríamos al día siguiente, pero eso no fue por mucho tiempo, porque luego, detrás de nosotros vendrían los mas grandes del equipo británico que vinieron a “presentarse” y a responder nuestras palabras. Se estableció un duelo, absoluto entre caballeros y se mantuvo el espíritu deportivo.

Después de estrechadas las manos entre ambos equipos, le pedi a mi grupo respeto hacia el oponente. Acto seguido nos fuimos a descansar. Les dije que antes de cerrar los ojos, pensaran, se imaginaran que ocurriría mañana, que se vieran a si mismos jugando, corriendo, pasando la pelota, anotando tries y ganado el partido. Un poco de visualización.

Fueron tres partidos el primer día, de quince minutos cada tiempo. Perder el tiempo y cometer errores seria costoso, no había tiempo de recuperarse, eso se lo hice saber a mis jugadores, así que jugamos con intensidad, como si fuese los últimos quince minutos de un encuentro.

Salí a la cancha con el mejor equipo, necesitaba ganar el primer juego para ganar confianza y disipar cualquier duda o temor que quedara por allí rezagado. Aunque tenia algunos jugadores lesionados, no era mayor cosa y todos pudieron jugar. Todos participaron en cada uno de los encuentros. Aunque el final solo uno no pudo jugar debido a una torcedura de los ligamentos, lo cual seria demasiado peligroso para el. Rotarlos a todos incluso de salir a la cancha con un equipo menos fuerte al segundo juego, nos permitió llegar a la final con un equipo sólido, descansado física y mentalmente.

Entre juego y juego teníamos menos de una hora para enfriar, recuperarnos (comer algo ligero e hidratarnos) y calentar de nuevo, teníamos que mantener la intensidad, si aflojábamos un poco se iría al animo por la borda. Así que apenas sonó el silbato del fin del primer partido, enfriamos y estiramos dentro de la misma cancha, luego trotamos suave, nos hidratamos y comimos una pequeña porción de frutas a un lado de la cancha (durante 15 minutos) y a 30 min del pitazo del segundo juego comenzamos nuestra rutina de calentamiento.

No tuvimos tiempo de nada. Esa hora fue tan intensa como los cinco minutos de descanso entre cada tiempo: 1 minuto para tomar agua, 1 minuto para que los jugadores hablen entre ellos, 1 minuto para dividir el grupo en forwards y lineas y que cada coach hable con su respectivo grupo, 1 minuto para que el head coach hable con todo el equipo y diga cual es la estrategia del equipo a seguir para ganar el juego y 1 minuto para el capitán y el grito del equipo

En el segundo juego cambie la alineación inicial, pero eso no afecto nuestro rendimiento, jugamos con mucho mas confianza. Fue una victoria fácil, y nos tocaba prepararnos mentalmente para jugar contra el mejor equipo del grupo, el mismo que dos días después enfrentaríamos en la final.

Maidstone A no puso mucha resistencia y ganamos cómodos, aunque sabia que la final seria diferente, pero sabia que esta victoria era una ventaja psicológica, asi que la celebramos, hicimos ruido. Queria que Maidstone nos temiera, sintieran la presion, pero ellos lo manejaron bien, salieron a la cancha con temor pero resistieron, no nos permitieron anotar y lo hicieron primero. Fuimos demasiado confiados? Arrogantes? Quizás, lo suficiente para recuperarnos, ganar y demostrar que, como dije cuando llegamos a Paris, éramos los mejores.

Wednesday, May 19, 2010

Las colas, el hotel y las comidas

Nuestro hotel, los primeros días, estaba ubicado a las afuera de Paris, como a 25 minutos del centro, cuando no había trafico, nunca. Las interminables colas desde el centro hasta las afueras de la ciudad o viceversa, a cualquier hora, día, me sorprendieron tanto hasta causarme molestia. No había excusa para no quedar atrapado por una o dos horas en una cola todos los días. Me recordó las interminables colas caraqueñas de tres y mas horas.

Cuando almorzábamos en la ciudad (los dias de juego) debíamos salir del hotel al cerca del mediodía, llegábamos después de hora y media al restaurante y seguido después del almuerzo abordamos nuestro autobús para irnos al partido que comenzaría a las 630 de la tarde. Una perdida inmensa de tiempo.

Si en algún momento regresamos a la ciudad de la luz, no me quedaría a las afuera, la perdida de tiempo y el cansancio es tanto que llega al limite de la intolerancia, la rabia y el desespero. Un estado de animo que para un equipo de rugby no es nada positivo. Cualquier cosa podía pasar en el autobús cuando el obstine superaba a la paciencia de los chicos de quince anos. De hecho un día hubo reclamos de parte de la compañía de autobuses, porque lo dejamos sucio y en mal estado.

Cuando no teníamos el autobús (solo tres días) caminábamos hasta la estación y tomábamos el tren eran unos tres cuatro kilómetros caminando, siempre lo hacíamos en grupo, así que era fácil distraerse y el tiempo pasaba rápido. En la mañana que llegamos, el contrato con el autobús era solo para el traslado hasta el hotel, asi que caminamos hasta el tren para ir a la ciudad por primera vez. Enfrente de la estación, ese domingo, había un mercado, allí desayunamos. Fue nuestro primer bocado de pan francés y queso emental, falto el vino rojo.

Los tres hoteles

El primer hotel donde nos hospedamos se llama Saphire . Es un hotel tres estrellas de cinco pisos, con grandes espacios, algo poco común en un hotel parisino. Las habitaciones cómodas, sin mayor lujo, estaban bastante cómodas, como para hasta cuatro personas. Nosotros dividimos a los chicos en pares y tríos.

El hecho de que ellos estaban solos en las habitaciones (sin un adulto me preocupaba, sobre todo por el hecho que se escaparan de las habitaciones durante las noches o intentaran meter chicas en los cuartos. Afortunadamente nada paso, ellos asumieron su responsabilidad (con algunas excepciones) y se comportaron excelentemente.

Aunque escuche rumores que durante la ultima noche en Paris (estábamos en otro hotel en la ciudad) tres jugadores se escaparon de su habitación y caminaron por la calles, pero no hay pruebas, nadie los vio, ni paso nada (gracias a Dios) así que solo es un rumor y así lo dejo.

El Saphire tenía una piscina temperada, un gimnasio, un sauna y una mesa de ping pong la cual ayudo a distraer a los chicos un poco durante varias horas. Hasta que se aburrieron y empezaron a ocurrir cosas, (especialmente durante los últimos días de nuestra segunda visita) como pelotas y raquetas rotas,

Cerca del hotel había una estación de servicio, el lugar de compras por excelencia de los chicos cuando querían saciar su necesidad de azúcar. Cuando querían ir (siempre) íbamos en grupo, no le permitíamos ir solos, debían estar acompañados de un adulto. Me toco ir en repetidas ocasiones y vigilar que no compraran refrescos y dulcen en exceso. Cuando lo hacían se sobre-estimulaban y las noches se hacían interminables. Caminaban por los pasillos, se cambiaban de habitación, no dormían bien, y al día siguiente recibíamos reportes de algo que había ocurrido.

Después del torneo regresamos a este hotel, fue el retorno a lo ya conocido, ahora lucia viejo, descuidado, se sintió extraño, creo que fue la sensación del primer día, cuando en realidad ya había estado allí y era el penúltimo antes del viaje de regreso, fue como un deja vu. Pocos comimos esa mañana, y creo que nadie quería estar ni comer allí más tiempo. Pero el volcán y el cierre de los aeropuertos cambio nuestra fecha de partida. Esa es otra historia


Papas fritas y pan
La comida fue bastante standard, nada especial, sobre todo en el primer hotel. Al principio el pan francés, los croissants, el queso, el jugo, sabían delicioso pero después de tres días comiendo lo mismo, no apetecía, no provocaba comerlo. Extrañaba las arepas.

En un par de ocasiones (los dias de los juegos ante los equipos franceses) el amuerzo fue en un restaurante cerca del Arco del Triunfo, eras un buffet que incluía ensalada o postre, bebida y un plato caliente con un tipo de carne (cerco, pescado, pavo, vaca) y acompañante (arroz, vegetales o papas fritas) y pan. Era un restaurante bastante concurrido por los locales que cerca trabajaban, así que el precio debió ser solidario.

El pan y las papas fritas estuvieron siempre presentes en nuestro menú. Los jugadores no se aburrieron de ello y lo hicieron cada vez que podían ni tocaban los vegetales (lo cual era una rara inclusión en nuestro plato) Hubiese preferido mas vegetales.

Cabaña 1151
Luego nos mudamos al Dave Crocket Ranch, fue la gloria. Eran cabañas con dos habitaciones y un sofá cama en la sala, cómodo para seis personas, pero nosotros preferimos ubicar tres y cuatro personas por habitación. La comida, buffet, todo lo que quisieras y pudieras comer, comimos como termitas hambrientas, había de todo, carne, pescado, costillas, una variedad grande de postres, vegetales y frutas. Estos dos últimos brillaron por su ausencia los primeros días.

Mi cabaña, la cual compartía con un manager y el otro coach, fue la 1112 y al frente de nosotros ubicamos a cuatros jugadores, entre ellos el capitán, el numero 8, un segunda línea y a un wing. Para quienes no tengan una clara idea o mucha referencia, son jugadores rápidos, grandes y veloces. A las 11 de la noche, de nuestra primera noche nos tocaron a la puerta, y preguntaron si podían pasar la noche allí, con nosotros, porque aparentemente había un fantasma en la cabaña que no los dejaba dormir.

En la mana siguiente el fantasma de la cabaña 1151 fue el tema del día, nos reímos mucho de eso, pero en la noche, antes de la cena una mama del grupo quería corroborar lo ocurrido, aparentemente paso igual que la noche anterior: escucho pasos detrás de ella e incluso una luz, como de linterna) alumbraba y se movía en una de las habitaciones. Ella salio rápido de allí, apago la luz del baño, cerró la puerta y desde entonces mas nadie entro a la cabaña. Nos fuimos a comer y al regreso la luz del bano estaba prendida nuevamente. Juego o broma? Realmente un fantasma? No lo se pero de que vuelan, vuelan.

Este hotel pertenece a la cadena de Disney, esta muy bien para estar allí un par de noches, porque no hay mucho que hacer en el, aunque tiene piscinas y algunas actividades, no están muy a la mano, como a un par de kilómetros de distancia de las habitaciones. Sin carro hay que caminar de ida y vuelta, no es un mal ejercicio pero con temperaturas frías no es muy buena idea. Se hacia rápido cuando caminábamos en grupo, pero solo se hacia interminable, pesado, aburrido.

Cerca de la piscina hay un gimnasio cubierto, una sala de video juegos y una tienda de Disney, la cual no pudimos omitir y gran parte de nuestro tiempo y dinero se fue en ella. Yo pensé que los precios serian mas favorables para mi, pero el precio lo regula Disney y son igual en todas partes.

Monday, May 17, 2010

Seis minutos de fama

El pasado Sábado los Reds, (el equipo profesional de rugby unión del estado de Queensland, que participa en el torneo de Super XIV -torneo profesional de mas importante del Pacifico que reúne a equipos de Sur África, Nueva Zelanda y Australia), jugaron su ultimo encuentro de la temporada ante el equipo kiwi los Highlanders. Y Barbarians Down Ander era parte del programa.

Estábamos allí, en el Suncorp Stadium, sentados a un lado, detrás de los palos, una buena vista. A diez minutos para el descanso, bajamos por las gradas, uno detrás de otro, cargando el trofeo que ganamos en Paris. Los que nos veían bajar preguntaban quienes son ustedes, que esta pasando aquí. Uno de los chicos se detuvo y rápidamente respondió y dio a conocer nuestro logro, también el plan de lo que ocurriría mas tarde, aplausos y vítores no se hicieron esperar de parte de ese pequeño grupo que escucho con atención lo dicho por Jarrad. Algunas bromas acompañaron las felicitaciones.

Abajo, en el campo caminamos por la parte interna del estadio hasta llegar al punto de partida de nuestra caminata triunfal ante más de veinte mil personas. Nunca pensé que esto pasaría, así que mentalmente no estaba preparado y estaba nervioso.

Sonó el pitazo del arbitro que indicaba el medio tiempo, y en dos filas salimos, el trofeo iba al frente cargado por el capitán del equipo, yo iba atrás, de ultimo después de los jugadores, el otro coach, los managers y el personal medico, no falto nadie. Caminamos por la raya lateral, nada se decía por los parlantes y sentía que la mirada de muchos nos seguían preguntándose quienes son estos. Sentí pena.

Llegamos a la mitad de cancha, nos paramos de frente a la tribuna principal, uno al lado otro, como si fuésemos a escuchar el himno de Australia. Luego de un minuto o dos, (que parecieron eternos, en medio de aquella incertidumbre porque nada se decía y tampoco sabíamos que debíamos o podíamos hacer estando allí. Una pregunta, obligada, paso por mi mente una y otra vez: Que hacemos aquí? Y sentí la angustiosa necesidad de que alguien rompiera ese silencio y dijera algo por los parlantes); aparecimos, finalmente, en ambas pantallas del estadio, y seguido un locutor descubría al publico nuestro identidad.

Dijo quienes éramos, y menciono mi nombre, solo el mío, como coach e inventor de este programa, además que veníamos de distintos clubes del norte de Brisbane y que habíamos ido a Paris y ganado el campeonato de Disney. El aplauso no se hizo esperar y me sentí muy orgullo, satisfecho, reconocido y muy feliz. No porque me nombrase, de hecho yo no le escuche otros que estaban allí me lo dijeron, sino por lo que este logro representa y porque, además, siempre es bueno ser reconocido y motivado para seguir adelante.. Para todos los que estábamos allí, que nunca pensamos que esto ocurriría era un gran aplauso, el mas grande reconocimiento al mas grande premio que he y que muchos de ellos han ganado. Era un minuto de fama (así estaba planeado) que se convirtió en seis.

Llego el momento de salir de la cancha, se termino nuestro tiempo, así que cuando nos fue indicado comenzamos a caminar nuevamente, con el trofeo en alto. Los aplausos continuaron y los bien hecho (well done, en ingles) se escuchana por aquí por allá hasta que desaparecimos en la esquina que marcaba el final de nuestros seis minutos de fama.

Regresamos a nuestros asientos detrás de los palos para ver ganar a los Reds 38-36 y cerrar una campana en alto, en el quinto puesto, la mejor posición conseguida en los últimos anos. Fue una gran noche.

Pronto publicare el video.

Thursday, May 13, 2010

Cero grados

La temperatura en Paris durante la primera semana estuve entre 0 y 15, algo bajo en comparación alas temperaturas en Brisbane que pueden superar los 35 grados y entre finales de abril principios de mayo lo mas bajo puede ser 8, 10 grados. Recuerdo que hubo un día que salimos a trotar temprano en la mañana, como castigo por la poca puntualidad de los jugadores, y hacia cero grados.

Al final de la tarde, como a las 6:30, cuando jugábamos, creo que la temperatura estuvo cerca de los 20, pero igualmente, los que estábamos afuera de la cancha, teníamos que vestir chaquetas, gorro de invierno, guantes y bufandas, los jugadores por su parte vestían Skins (ropa térmica deportiva) para disminuir el frio. El calentamiento y estiramiento antes del juego fue intenso y con mucha movimiento, era muy importante que calentaran los músculos apropiadamente, con esas temperaturas era muy fácil sufrir un estirón muscular, un desgarre.

En las noches, antes de la cena, teníamos una sesión de piscina de 25 minutos con ejercicios para relajar los músculos. Afortunadamente la psicina era temperada. En un par de ocasiones repetimos esta sesion en la manana, especialmente despues de los partidos.

Al final de la segunda semana la temperatura mejoro un poco, fue mas caliente, creo que era el inicio de la primavera, porque incluso la ropa exhibida en las vitrinas cambio. De un día para otro los maniquíes exhibían ropa más ligera y fresca, las bufandas, suéter y chaquetes desaparecieron. Nosotros también dejamos a un lado las chaquetas, salíamos a la calle sin ellas. Las hojas en los árboles empezaban a sari, y el color gris del invierno empezaba a cambiar. Desafortunadamente nuestra estadía en la ciudad de la luz no fue tan larga para verla llena de colores.

Wednesday, May 12, 2010

La primera vez

El 3 de Abril a las 2:45 pm partimos a Paris con escala en Singapore. Éramos 42 personas, contando jugadores, entrenadores, médicos, managers, padres y madres de algunos jugadores. Por lo grande del grupo decidimos reunirnos en el aeropuerto a las 11:30 para chequearnos con tiempo e inmediatamente después del chequeo irnos a emigración y así evitar cualquier retraso.

Llegue de ultimo al lugar de encuentro, no tarde, todos los demás llegaron con mucha antelación antes de la hora prevista, quizás algo de nervio mezclado con emoción. Así que fui oficialmente el ultimo en recibir el boleto de abordaje.

Para mi fue muy difícil despedirme de mi esposa e hijo, Cristian lo manejo mucho mejor que yo, me despidió, corrió, jugo, se distrajo como si nada ocurría. Creo que no fui el único que intento contener esa tristeza, aunque cada quien lo manejo a su manera, aunque algunas mamas no pudieron evitarlo y se hizo evidente. Era la primera vez que todos estos jugadores salían de Australia y se separaban por tanto tiempo de sus familias.

Pero a pesar de esta tristeza íbamos llenos de optimismo, incertidumbre, miedo por lo desconocido pero a la vez muy emocionados por que íbamos a Paria a hacer lo que mas nos gusta: jugar rugby!

También era la primera vez que muchos se montaban en un avión, y después de atravesar emigración empezaron a llover las preguntas sobre el vuelo, cuanto dura? Es la comida gratis? Cuanto cuesta? Que vamos a comer? Cuantas veces? Podremos ver películas? Fueron muchas interrogantes pero estas son algunas de las que recuerdo. El servicio del vuelo fue excelente, las películas las ultimas, todas las que no había podido ver, e incluso los videos juegos ayudaron un poco a distraernos durante las primeras 8 horas de vuelo.

Llegamos a Singapore, cerca de las 8 de la noche, nuestro vuelo hacia Paris salio cerca de las doce teníamos casi cuatro horas para comer, estirar los músculos, y “dar una vuelta’ por el aeropuerto. Lo que mas emociono a los jugadores fue encontrar un restaurante de Burger King. Aquí en Australia no hay Burger King, en su lugar hay una cadena local, con el mismo logo, llamada Hungry Jack. El aeropuerto hermoso, tiene una cantidad de servicios para los turistas, como ningún aeropuerto, duchas, cine, restaurantes por todas partes, bares, masajes, gimnasio, conexión de Internet gratis, y las tiendas están abiertas hasta las 3 de la mañana. Para aquellos que le gusta la naturaleza hay un orquideario (el cual no vi) y una exhibición de mariposas (la cual tampoco vi) pero quienes tuvieron la oportunidad de estar en ellos tomaron fotos y echaron los cuentos.

Antes de abordar el siguiente vuelo le pedimos a los jugadores que durmieran lo mas posible para evitar un poco los efectos de la diferencia horaria. Los chicos durmieron, no jugaron tanto, ni vieron tantas películas, asi que cuando llegamos a nuestro destino no estábamos tan golpeados por el viaje

El viaje a Paris fue largo, catorce horas de vuelo, volamos en un Airbus 380, tenía muchas expectativas con este avión. Ciertamente es más grande, pero creo que los asientos eran de igual tamaño, yo no sentí la diferencia con otros aviones. El servicio de Singapore Airline fue excelente en ambos aviones así que tampoco hubo una marcada diferencia en este aspecto, lo que si es notablemente distinto es el tamaño de los baños.

Llegamos a Paris.

Wednesday, May 5, 2010

Llego Enero

Enero, específicamente el 16, marcaba el inicio de los entrenamientos, creo que todos estábamos por demás emocionados y con muchas expectativas.

En noviembre algunos preguntaban por sesiones previas a la fecha de incio, otros sugerían reuniones. Hice una reunión con todos los jugadores. La idea era conocernos, romper el hielo, así que organice dos actividades, una era que escribieran en un papel cuales eran sus expectativas, u objetivos con el programa (entrenamiento y tour) y como se veían ellos, como se imaginaban, entrenando, jugando, viajando. Costo un poco, porque muy pocos habían estado en un avión por ejemplo, y mucho menos fuera de Australia, pero escribieron cosas bien interesantes.

Luego les pedí que buscaran en el salón quien jugaba en la misma posición y revisaran si tenían las mismas ideas, el mismo objetivo. Todos querían ganar y eso era un paso hacia delante. Porque ganar era mi objetivo, pero tenía que ser un objetivo común para poder alcanzarlo. Todos teníamos que apuntar hacia la misma dirección. Así que Ganar en Paris se convirtió desde esa noche en el objetivo del equipo.

Después les pedí que llenaran una hoja con sus datos, posición en la que juegan tanto en el club como en el colegio y cual preferían jugar, además de cuales eran sus fortalezas y debilidades y cual habilidad o destreza querían mejorar con el programa. Las respuestas fueron variadas, pero mejorar las condiciones físicas (fitness) fue la mayor prioridad.

Luego hicimos una piscinaza, no vinieron todos, pero si la mayoría. Ese domingo, junto con el otro coach, después del almuerzo, hicimos entrevistas individuales y a cada uno le hicimos saber que esperábamos de ellos y le preguntamos que esperaban de nosotros y del plan de entrenamiento, además si estaban contentos con el equipo, con los jugadores y con el capitán. Además les entregue una encuesta con preguntas sobre ellos, como que libros leen, que programas de tv ven, que música oyen, quien su jugador favorito. Esto me permitió tener una idea mas cierta de quienes tienen intereses similares o completamente opuestos.

Las primeras dos sesiones fueron un bootcamp el sábado y una prueba física el domingo. Al día siguiente fue el entrenamiento con balones.

Por cuatro semanas entrenamos habilidades individuales, las siguientes hasta la octava semana nos enfocamos mas en los forwards y en la línea, y en las ultimas cuatro en el estilo de juego como equipo. Tuvimos algunas interrupciones debido a la lluvia y en un par de ocasiones tuvimos tormenta y paramos las sesiones inmediatamente.

Pudimos recuperar algunas sesiones entrenando en un gimnasio cubierto, no estuvo mal, pero al final, sobretodo en las ultima cuatro semanas, era necesario hacerlo sobre la cancha. Hubo un par de sesiones que no pudimos recuperar, asi que los entrenamientos se redujeron a 10.

Llego el ultimo lunes, el ultimo entrenamiento, no podia creer que en menos de una semana estaríamos en Paris.

21

Al principio pensé que seria difícil para muchos pagar cinco mil dolares para ser parte del proyecto. En la primera reunión les dije que esos cinco mil dólares estarían destinados a cubrir todos los gastos: Boletos aéreos, hospedaje, desayunos, cenas, uniformes, y participación en el torneo de Disneyland.

Muchos dijeron, de una, que si, otros lo pensaron y al final se metieron y otros (no pocos) manifestaron que económicamente no podían hacerlo y prefirieron no comprometerse.

El numero que yo había estimado era de 25 jugadores y 8 miembros del tour party (3 coaches, 3 managers, 2 médicos), pero llego noviembre y solo teníamos 18 asegurados (que ya habían pagado la cuota de compromiso, la cual cubría el deposito del boleto aéreo y hospedaje, en caso de cancelación) y para reducir costos, el numero del comité se redujo a seis (un manager y un entrenador menos).

Se redujo el numero de jugadores al mínimo necesario, 20 y en reunión extraordinaria se decidió que de no reunir esta cantidad de jugadores para finales de noviembre, se cancelaría el tour y todo el trabajo se perdería, yo agote mi agenda, ya no tenia mas nombres.

Afortunadamente alguien recordó algunos números y se consiguieron otros tres jugadores, los cuales solo conocía por referencia, lo cual no importaba mucho, porque tendríamos 12 semanas para trabajar como equipo.

De esto aprendí que es muy importante establecer y mantener contactos con los jugadores, saberse los nombres, y numero de teléfonos (en el caso de junior rugby, el de los papas o mamas) y, si es posible, correo electrónico. Una base de datos es de gran utilidad, nunca se sabe cuando hará falta hacer una llamada.

Al final viajamos 21+6, un numero bastante ajustado, los jugadores terminaron exhaustos, agotados, un par de lesiones, que no fueron graves pero ameritan reposo por unas cuantas semanas, pero puedo haber sido peor, gracias a dios no fue asi, y nosotros, el comité también terminamos extenuados, quizás no físicamente, pero mentalmente fue demasiado agotador.

EL nivel de exigencia fisica y mental fue muy alto, fue un tour bastante intenso, 6 juegos, 3 sesiones de entrenamiento en quince dias y el riesgo de lesiones fue bastante elevado (debido al poco periodo de recuperacion o reposo). En conclusion menos de 25 jugadores, para un tour como este, es demasiado riesgoso, inclusive para aquellos que no son jugadores. Nosotros tuvimos un par de situaciones con miembros del tour (que no eran jugadores) que estaban agotados y fisica y mentalmente no pudieron mas con los requerimientos y exigencias del grupo, del viaje y "explotaron".

despues de esta experiencia yo recomiendo que si no tiene un minino de 25 jugadores y ocho miembros del comite que sencarguen de todo lo relacionado con el viaje, no lo haga.