No es una sorpresa que Brasil se haya coronado campeón, y sin desmerecer el esfuerzo de los jugadores, que la selección nacional de Venezuela haya perdido, por primera vez, todos los juegos y terminara último en el Suramericano B de Rugby jugado en Lima, Perú. Primero fue vencido por Colombia (33-13), después Brasil (49-7)y finalmente Perú (24-8) y en consecuencia descendió once puestos en el ranking del IRB, la mayor caída de la vino tinto desde la existencia del ranking en 2003. Ahora Venezuela ocupa el puesto 71.
Este es el resultado de una carente preparación física y mental de los jugadores, una planificación nada efectiva y poco enfocada en el desarrollo de cada uno de los jugadores y de una inefectiva gerencia centralizada que intenta hacer cosas “a su manera” y alejado de las necesidades de los jugadores y del nivel de rugby que se juega en la región.
Es hora de cambios
Una vez más a quedado demostrado que con el orgullo de vestir la camiseta vino tinto, el esfuerzo de los jugadores y el honor de representar al país no se ganan los partidos importantes. Es tiempo de aceptar los errores, las críticas, escuchar ideas de observadores y actores principales (jugadores) y hacer cambios radicales.
Si Venezuela quiere estar entre los grandes debe pensar y actuar como los grandes.
Una actuación como la de Venezuela significaría en cualquier país, de los que yo defino como de primer nivel, la renuncia inmediata del entrenador de la selección y de los miembros de la federación, un ejemplo de ello es Gales, después de su eliminación en el pasado mundial.
En el caso de Venezuela, no es la primera vez que la vino tinto tiene una pobre actuación y no han habido cambios. Pero esta vez no puede repetirse la historia, es hora de cambios. Si quienes dirigen actualmente el rugby venezolano desean lo mejor para la selección y cada uno de los jugadores que practican el deporte oval en el país deberían promover los cambios y renunciar, porque lo que han hecho hasta hoy ha ido en contra de lo esperado y de lo que todos queremos. O es que acaso existe un plan B que no ha sido dado a conocer, y el cual tiene un final feliz. Creo que no.
Mi propuesta
En Venezuela hace falta una federación descentralizada en asociaciones femenina, masculina, juvenil e infantil y árbitros. Donde cada una de éstas es responsable por su respectivo grupo de jugadores y la federación es la encargada de la gerencia los recursos necesarios para que estas asociaciones funciones y cumplan sus objetivos.
No se puede continuar con la federación de tres y cuatro personas que lo planean y hacen todo. Es tiempo de participar, e incluir a todos. El secreto del éxito del desarrollo del Rugby en Nueva Zelanda, Australia e Inglaterra (que son los que conozco) es la participación y preparación de los voluntarios; personas que sin recibir remuneración alguna son entrenadores, árbitros, gerentes de equipo .
Por lo tanto desarrollar a entrenadores y árbitros con cursos, programas de entrenamiento actualizados es sumamente vital; porque ambos son responsables de la formación de los jugadores, además hacer énfasis en el conocimiento y cumplimiento de las reglas del juego y de las “medidas” de seguridad para evitar lesiones y hacer el juego mucho más seguro para todos. Y en el caso de los entrenadores enfocarse principalmente en ensenar y perfeccionar las habilidades básicas (correr hacia adelante y al espacio, manipulación y pase del balón, apoyo y contacto) y las habilidades mentales (concentración, confianza, visualización e imaginación, entre otras).
Es imprescindible establecer un plan de trabajo con las selecciones durante todo el ano, no justo antes del Suramericano (que son los únicos juegos importantes en que la selección nacional participa), aumentando el número de concentraciones y juegos. Porque si queremos aumentar el nivel es indispensable entrenar y jugar más partidos importantes como selección.
Y por último pienso que no se justifica el pago de un salario a un entrenador extranjero que no ha mostrado con su trabajo ningún progreso para con las selecciones nacionales en los últimos anos. Si alguien piensa lo contrario agradecería que me convenciera con pruebas de logros positivos.
Después del mundial ya muchos países han comenzado a planificar para la próxima cita en Nueva Zelanda en el 2011, Venezuela no puede seguir quedándose atrás si aspira en el algún momento llegar a una Copa del Mundo, seguramente no será en los próximos cuatro años pero es tiempo de comenzar a hacer las cosas bien para que sea en ocho o quizás doce años pero no más allá porque tenemos potencial y ganas pero desafortunadamente no una buena gerencia.
(fotos:Federación Peruana de Rugby)
1 comment:
excelente primo de verdad que si
buena informacion
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