Saturday, August 25, 2007

Misión cumplida.



Perdimos el último juego de la temporada, el marcador final fue 36-5. el otro equipo jugo muy bien, tenia muy buena continuidad del ataque y control del balón, usaban muy bien el maul y su defensa fue impecable, aunque en la primera parte estuvieron off-side en los line-out y scrums pero eso no hizo gran diferencia al buen desempeño de Kenmore Harlequins. Nosotros so supimos controlar el balón en los rucks y nuestra defensa estuvo pésima, los tackles desaparecieron desde el pito inicial. Tuvimos el balón en algunos momentos pero no hubo fluidez ni continuidad. Definitivamente no fue un buen día para nuestro equipo, pero estoy satisfecho con todo lo hecho por los jugadores durante la temporada.

Terminamos en la cuarta posición (6 ganados – 8 perdidos) por encima de equipos que en otros anos nos vencían con facilidad. La temporada pasada gran parte de mis jugadores formaron parte de un equipo que termino sin victorias y ultimo en la tabla de posiciones. Este ano el objetivo era hacerlos mas competitivos, misión cumplida. Sin duda vamos por buen camino, el ano que viene el gol será terminar entre los dos primeros. El éxito toma tiempo, por eso hay que ser paciente, tolerante y flexible. No desanimarse y continuar creyendo en lo que se hace es el secreto del éxito a mediano o largo plazo.

Enseñar a los jugadores y hacer posible que ellos disfruten lo que hacen es lo más importante. Este año aprendí mucho, de cada victoria y de cada derrota, el aprendizaje es constante, se aprende todos los días. Cuando yo deje de aprender y disfrutar cada victoria y sufrir cada derrota ese día habrá terminado la pasión por el rugby y será tiempo de retirarme y pensar en otra muchas cosas.

Este año probé algunas cosas, una funcionaron otras no mucho otras absolutamente no, pero esa es la idea, poner a prueba las distintas variables que pueden afectar el rendimiento del equipo, desde como me comunicaba con los jugadores hasta los ejercicios planificados para cada entrenamiento, inclusive que comían los jugadores antes y después de los juegos. Hay factores internos y externos a la cancha que afectan, todo debe ser meticulosamente revisado, analizado y someterlo a prueba. De las equivocaciones y errores cometidos se aprende bastante. No hay que tener miedo a equivocarse y probar.

El rugby es tan variable que no hay ninguna fórmula de entrenamiento, o sistema que funcione igual para cada jugador o grupo. Los jugadores actúan y piensan diferente y nunca responden igual. Por eso como entrenador hay que ser creativo y no intentar copiar los planes o ideas de otros, lo recomendado es evaluar como el grupo se adapta al ejercicio, mejorarlo y agregarle o quitarle elementos para hacerlo mas fácil para cada uno de ellos. Siempre hay que empezar por lo más fácil e ir aumentando la dificultad progresivamente dependiendo de los avances de los jugadores, del equipo.

Ahora es tiempo de descansar, revisar lo aprendido, mis errores y pensar en como corregirlos.

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