La temporada 2007 termina para mi equipo este domingo. Apartando los números de victorias y derrotas, donde las últimas superan a las primeras ha sido una muy buena temporada para todos.
Fue un inicio difícil, la mayoría de los jugadores que entrene durante la temporada 2006 no regresaron en 2007 y el pequeño grupo de jugadores que regreso fue unido a un grupo de jugadores inexperimentados, con muy poco conocimiento de rugby que fueron reunidos como un nuevo equipo la temporada pasada. Ese grupo perdió todos los partidos con abultados marcadores durante ese ano, inclusive nosotros los derrotamos dos veces anotando más de cincuenta puntos en cada ocasión. Entonces los planes que había pensado y desarrollado durante las vacaciones y que me permitirían continuar con lo hecho en el 2006 los tuve que guardar en una gaveta y reformular mis objetivos y planes.
Mi objetivo, el cual les hice saber el primer día, ahora era hacer de este grupo un equipo mas competitivo, pero para ello necesitaba primero hacer de estos jugadores que venían de dos grupos diferentes, un solo equipo, y mas importante aun, tenia que hacer algo para cambiar su manera de pensar en cuanto al significado de ganar y perder, porque tenia en el grupo jugadores que nunca habían ganado un juego y eran mayoría y no quería que esa fuese la “norma” del equipo y que al final todos se acostumbraran a las derrotas de cada fin de semana como parte de la rutina del equipo.
Urgentemente tenía que cambiar esto y la clave fue COMUNICACIÓN y MOTIVACION. Decirles incansablemente lo bien que lo hacen y como pueden hacerlo mejor, nunca reprochándoles errores o fallas los motiva mucho más a hacer las cosas bien. Cuando fallábamos lo hablábamos entre todos, al inicio del entrenamiento cada uno tenia la oportunidad de opinar y revisar sus propios errores y en la cancha yo estaba a cargo de planificar los ejercicios para corregirlos. Todos aportaban ideas y soluciones. Eso fue muy positivo.
En la segunda mitad de la temporada también probé darle un reconocimiento, o premio a el mejor jugador del partido el cual todos elegíamos al final del encuentro. Esto también los motivo.
Y otro factor muy importante fue que desde el inicio siempre hubo una atmósfera donde todos aprendíamos y nos divertíamos, yo no podía olvidar que eran niños y que esos eran su principal objetivo.
A mediados de la temporada cuando perdimos tres juegos consecutivos y no anotábamos tries, les propuse que por cada derrota ellos harían suicidas, tantos como la cantidad de tries anotados en contra, y si nosotros ganábamos yo los haría, tantas veces como el número de tries que anotábamos. En las últimas semanas me tocó hacerlo en distintas ocasiones, en una de ellas tuve que hacerlo cinco veces, terminé cansado mientras ellos se reían de mi, los papa y mamas también veían el castigo como algo muy “funny” (divertido) y desde entonces todos hablaban de los suicidas, a quien les toca y cuántos hay que hacer.
Puedo decir que técnicamente muchas cosas mejoraron, y que todavía hay cosas por mejorar pero lo mas importante se cumplió, estamos terminando la temporada como un solo equipo, los jugadores terminaron bien unidos; también ganamos juegos, perdimos otros, pero ganamos y los jugadores que no conocían la victoria al fin lo disfrutaron.
También debo decir que aprendí muchas cosas este año.
Pase lo que pase en el juego del domingo, terminaremos en la mitad de la tabla de posiciones, no en el primer lugar como muchos soñamos pero tampoco en el fondo como solía ser, por lo tanto estoy muy satisfecho con los resultados.
Todavía no se si entrenaré a este mismo grupo de jugadores en la división de U12 el próximo año, hay algunas cosas que personalmente tengo que revisar y considerar, sobre todo mis objetivos personales como coach, aunque había planeado estar con este mismo grupo tres-cuatro anos y convertirlos en un equipo ganador.
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